Candice Huffine es el símbolo mundial de una mujer que se quiere a sí misma. No entra dentro de los modelos de delgadez extrema y sin embargo es exitosa y alegre. Mundo Metrópoli, Adrianalifesstyle.com y MG Magazine la invitaron para que fuera el símbolo de su campaña contra la anorexia y para que les recordara a las jóvenes que la belleza no implica atentar contra su cuerpo. Su historia. Y en exclusiva, una entrevista solo para nuestros lectores.
Por: Adriana Naranjo
Hace años, una directora de cine colombiana llamada Patricia Cardoso dirigió en Estados Unidos a una joven América Ferrara (Betty la fea) en la cinta Las mujeres de verdad tienen curvas, que mostraba –sin el aparente pudor de entonces– a mujeres de curvas amplias y caderas redondas que defendían el derecho a verse tal como eran.
En ese mismo 2002, la modelo estadounidense Candice Huffine cumplía apenas 18 años y ya trabajaba hacía cuatro como modelo. Pero no era nada fácil en ese momento: la delgadez extrema primaba en las pasarelas, los anuncios estaban saturados de cuerpos delgados y su peor consecuencia, la anorexia, ya estaba sobre el tapete y cobraba vidas en Estados Unidos, Asia y Latinoamérica. La única modelo célebre que había ganado renombre con sus amplias curvas, Sophie Dahl, se había transformado ya para ese entonces en una delgadísima presentadora de televisión. Los cuerpos normales perdieron tanto protagonismo que incluso en 2009 la marca Ralph Lauren lanzó una campaña con una modelo cuya cabeza parecía más ancha que su cuerpo. Hasta que en 2010 la reconquista de la normalidad volvió. Y Candice Huffine se convertiría en una de esas protagonistas.
Junto con Tara Lynn, Michelle Olson, Kasia Pilewicz, Marquita Pring, Crystal Renn y otras modelos más, demostraron que ni las cirugías ni la flacura extrema eran prioridad en el mundo, y que las tallas superiores a 6 eran bellas porque eran sanas. Campañas como las de Dove ayudaron a empezar a cambiar el esquema. Y muchos recordaron la cinta Las mujeres de verdad tienen curvas que, años atrás, había hecho el llamado sobre la belleza real.
Sin embargo, tantos años de presión mediática siguen haciendo daño. El problema de la anorexia y la búsqueda de cuerpos distintos a los reales siguen primando en el mundo. Estados Unidos lidera las estadísticas de muertes por desórdenes alimenticios, seguido de cerca por Japón. Se calcula que el 91 por ciento de las jóvenes en edad estudiantil se obsesiona por controlar su peso, pero lo peor es que entre los 12 y los 26 años, el 86 por ciento ha superado la simple preocupación y ha tenido desórdenes alimenticios. En ciudades capitales de América Latina, en especial en países como Venezuela, Colombia y Brasil, el fenómeno afecta con severidad a sus jóvenes, en especial a las mujeres, aunque los hombres también están entrando a formar parte de las estadísticas.
Candice Huffine lo sabe. Y por eso su belleza es un contrapeso a esta tendencia. La neoyorquina de la agencia de modelos Ford fue alguna vez reina de belleza y su calidad humana y como modelo le ha permitido ganar espacio en publicaciones como Yo Dona, Diva Magazine, US Glamour, V Magazine, además de ser la protagonista de campañas para Levi’s o H&M, y de realizar imágenes para Macy’s o Target, entre otras.
Lo más importante para esta joven de carácter alegre y genial espontaneidad es que pronto se alcance el momento de la historia en que una mujer como ella no sea llamada gorda ni curvilínea y mucho menos con apelativos como abundante o rellenita. Sino mujer. Simplemente mujer. Distinta a otras, como todas son diferentes entre sí, y nada más. “He sentido que la industria de la moda está cambiando y acepta cada vez más distintos tipos de cuerpo sin relegarlos a ediciones para ‘tallas grandes’”, asegura.
“Para estar en la industria de la moda no es necesario tener desórdenes alimenticios –añade–. Muchas pasan el tiempo defendiendo la idea de que al mismo tiempo que no se debe comer a diario McDonalds, los cuerpos son como tienen que ser. Punto”. Una agencia al inicio de su carrera le dijo que debía perder al menos 20 libras de su cuerpo para poder formar parte de ella, y a sus 14 años supo que, si algún lugar le pedía eso, no era para ella.
¿Por qué le ha ido bien? Porque cree en sí misma, es positiva, feliz y segura, hija de una familia sureña que ama cocinar y amante ella también de la cocina. Y además, porque no se niega a sí misma lo que es y cómo es. Su régimen de salud es sencillo: se limita a tomar agua y a humectar su cuerpo. Y nada más.
Ella liderará la imagen de la campaña de Mundo Metrópoli, Adrianalifestyle.com y MG Magazine para crear conciencia sobre la importancia de un cuerpo sano, y de cómo darle paso a los trastornos alimenticios puede ocasionar daños a la salud física y mental. Candice tiene argumentos de belleza para decirlo. Y nosotros, para creérselos. Por eso es enfática en su mensaje final: “Gracias a Mundo Metrópoli Adrianalifestyle.com y MG Magazine por su tiempo y por dejarme ser parte de su
campaña. Su mensaje es maravilloso y me hace feliz divulgarlo”.
Una modelo a seguir
¿Cómo es en su día a día?
“Soy el tipo de persona que va a sacar el mejor provecho de cualquier situación. Siempre me río y me sonrío, y trato todos los días de que las personas que estén alrededor mío se sientan de la misma manera que yo. Trabajo duro y amo con intensidad. Lo que más me importa en la vida es saber que mis seres queridos están felices y sanos, y que aman la vida y el amor tanto como yo. Por encima de todo diría soy como un tonto grande que ama los bigotes falsos”.
¿Cómo se describiría a sí misma?
Feliz, humilde, confiada, creativa, generosa, decidida, tenaz, sin pelos en la lengua, activa, y de mente abierta en el amor.
¿Qué significa para usted la palabra belleza?
La belleza, en una mujer, es confianza pura y felicidad. Es llevar a una persona a revelarse para que ilumine el espacio en el que esté. No es algo físico, en absoluto. ¡Es un sentimiento!
¿El sobrepeso es un problema imaginario de la sociedad o un problema de salud?
En esta sociedad, el peso sólo es realmente un problema cuando se llega a un extremo. Es decir, la anorexia o la obesidad mórbida sí pueden causar lesiones que amenazan la vida. Las revistas, durante muchos años solo consideraron una talla, que pasó a ser
inalcanzablemente pequeña para mí, y eso llevó a que una mujer de mis proporciones pasara a ser vista como con sobrepeso o con problemas de salud. Esto es injusto, y esa presión solo ha causado la epidemia de dismorfia corporal grave de la actualidad. Sí, soy talla 14, pero yo no llegué a este tamaño por no cuidar de mí misma o por estar poco saludable. Soy muy activa y disfruto de las frutas y verduras como cualquier otra persona. Mi cuerpo es sólo distinto y tiene la forma que debe tener… la forma que está destinado a ser.
¿Cómo ha cambiado su vida después de aparecer en Vogue?
Ha cambiado enormemente. He soñado durante años que podría ser esa chica un día en la portada de Vogue, y luego, después de muchos años de duro trabajo, allí estaba yo. Y sin ni siquiera saber, se abrieron los ojos y los oídos de la industria de la moda y eso permitió también que se diera un lugar más destacado para las mujeres con curvas entre sus publicaciones. Así que no sólo logró cambiar mi vida en algo tan increíble que yo ni siquiera lo hubiera imaginado, sino que también puede haber cambiado la industria para siempre.
¿Ve cambios en la forma en la industria de la belleza trata a las mujeres?
Sí, ha ido cambiando durante un buen tiempo. La industria está abriendo su mente hacia todos los tipos de apariencia, ya que todos son hermosos.Las mujeres con curvas, las mujeres menudas, las pecosas, las que tienen espacios entre los dientes, estilos muy americanos o andróginos son la norma ahora y así es como debe ser. La moda está en constante evolución y es vital que refleje la diversidad de todas las mujeres, lo que es maravilloso y debe ser bienvenido.
¿Qué considera bello?
Una personalidad increíble. No importa lo bonito que alguien parezca, todo lo puede arruinar una mala actitud.
Está claro que se ama a sí misma. ¿Qué más ama?
Amo a mi esposo. Me encanta la idea de lo que la vida me depara y de lo lejos que he llegado. Amo los domingos de lluvia. Me encanta mi cuerpo y el hecho de que me proporciona una plataforma para inspirar a otras mujeres. Me encanta la locura de la ciudad de Nueva York y el silencio de una playa de arena blanca. Adoro las cenas ruidosas con los amigos y el vino que fluye. Me encanta la idea de que las mujeres no vayan a los extremos de las dietas para adaptarse al molde del “cuerpo perfecto” que ven en una revista, ya que ese molde ya se rompió y no vale la pena. ¡Hay mucho por amar y por agradecer!
¿Una frase de aliento para las mujeres colombianas obsesionadas con su figura?
No pueden pasar la vida buscando la aprobación de otras personas. Ámense a sí mismas
primero y completamente, y el resto se pondrá en su lugar tal como debe ser.